Parece algo sencillo mantener nuestras lentes limpias y cuidadas pero probablemente estés cometiendo uno de estos cinco fallos más comunes:
1.- Empañar las lentes con nuestro aliento y frotarlas contra la ropa:
Quizás por la sencillez de este gesto, se repite constantemente. Si es tu caso deja de hacerlo, ¡esto puede provocar que rayes tus lentes! Hazte con un paño de microfibra en la óptica, quedarán mejor y no las pondrás en riesgo
2.- Utilizar una productos de limpieza agresivos para tus cristales:
Los productos de limpieza no aptos puede ser agresivos y erosionar el cristal de tu gafa. Es común encontrar lentes con una neblina blanca creada por algunos productos de limpieza cotidiana.
En las ópticas encontrarás productos de limpieza, tanto para la montura de tus lentes como los cristales.
3.- No guardarlas en ningún tipo de funda o estuche:
Presta especial atención donde dejas tus lentes, procura que no se suelten por tu bolso o cartera así como no dejarlas sobre el salpicadero del coche. Trata de ponerles un paño de microfibra encima para protegerlas dentro de su estuche.
4.- Dejarlas boca abajo en la mesita de noche:
Es habitual llegar cansado a la cama, quitarse la gafas y dejarlas sobre la mesita, sin prestar atención a como quedan colocadas las lentes. Trata de guardarlas siempre, evitando que se puedan caer.
5.- Quitarse las gafas y ponerlas en lo alto de la cabeza:
Esto puede traer varios alteraciones en tus lentes. Nuestro cabello puede ensuciar los cristales, rayarlos, alterar la posición de los brazos de los soportes nasales o de las varillas, desajustando la posición central de las lentes.
Recuerda que en las ópticas encontrarás paños de microfibra, estuches para proteger tus lentes y limpiadores especializado para alargar la vida útil de tus gafas.