Salud visual, bulos y redes sociales
Las redes sociales se han convertido en una parte importante de nuestras vidas. Desde la difusión de nuevas empresas y negocios emprendedores que se abren paso sin ser necesariamente grandes, hasta el trabajo de divulgación de conocimiento y consejos sobre salud de grandes profesionales de la medicina, la nutrición y el sector de la salud en general.
Cuentas como la de Roberto Vidal, dietista-nutricionista y preparador físico, con su «personaje» de «El coach nutricional» (@elcoachnutricional en Instagram), que ha conseguido inculcar a sus seguidores, mediante técnicas llenas de humor, que el consumo de azúcar es tanto dañino como innecesario. O la Doctora Ana Molina (@dr.anamolina), dermatóloga y profesora de la U.A.M, que ocupa su escaso tiempo libre en desmentir y alertar de bulos sobre la salud dermatológica, o el uso de determinadas técnicas virales peligrosas. Son dos ejemplos del buen uso de las redes y lo beneficiosas que pueden llegar a ser en cuanto a la divulgación científica, para vivir mejor y con conocimiento.
Pero, por desgracia, no es el único uso que se les da a estas herramientas.
En los últimos años, han surgido lo que llaman «pseudociencias», tratamientos sin contrastar, fáciles de llevar a cabo en el hogar, escritos y divulgados por personas sin formación médica, y en muchos casos que ponen en grave riesgo la salud. El Colegio Oficial de Ópticos – Optometristas de Andalucía, en concreto su presidenta Blanca Fernandez, escribió un post informándonos de datos como estos:
«Podemos catalogar como ‘fake news’ a las denominadas ‘pseudociencias’, aquellos productos, servicios o terapias que poseen una finalidad sanitaria pero que no cuentan con una evidencia ni soporte científico que avale ni su eficacia ni la seguridad de la población.»
«Según la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) en su informe ‘Percepción Social de la Ciencia’, hasta un 20% de los encuestados reconoce haber usado tratamientos que carecen de pruebas que señalen su utilidad y un 5% de la población los han utilizado en sustitución de tratamientos convencionales.»
Este tipo de prácticas pueden derivar, en el mejor de los casos, en frustración, o la percepción de que la medicina no sirve o no puede solucionar determinados problemas «de forma efectiva».
Un ejemplo de esto podría ser algo así «Si haces estos ejercicios en casa curarás tu miopía». Utilizan datos reales, como determinados ejercicios oculares recomendados por profesionales ópticos, y le atribuyen cualidades falsas e irreales que además tienen siempre la característica de que pueden llevarse a cabo en casa, y sin apenas esfuerzo. Sus víctimas son personas que por lo general tienen miedo a ir al médico, les da pereza o no le dan la importancia que se merece al cuidado de su salud y por lo tanto, al no estar entre sus prioridades, tienden a buscar «la vía fácil». O lo que perciben como fácil, ya que una visita a tu médico especialista te dará la información y solución que necesitas de forma efectiva y real, y es tan fácil como hacer una llamada y pedir cita.
Este ejemplo tiene como consecuencia la frustración y percepción negativa de la ciencia médica que mencionamos antes. Pero existen otros bulos mucho más peligrosos, como el uso de alimentos o sustancias que solemos tener por casa introducidas en el ojo, o el uso de un producto que puede adquirirse en internet sin receta ni control alguno. Esta clase de bulos pueden terminar con consecuencias graves para tu salud, o incluso con un ingreso en el hospital.
Por nuestra parte, os animamos a seguir usando las redes, pero con cabeza, y antes de poner en práctica cualquier «consejo» o «recomendación» lo consultéis con un profesional médico.
Es importante que os hagáis al menos una revisión al año acudiendo a vuestro Óptico – Optometrista. Así no sólo cuidaréis de vuestra salud, también podréis resolver dudas sobre técnicas y consejos que «hayáis oído por ahí».
Si conocéis algún profesional sanitario que use las redes sociales para hacer una correcta y beneficiosa divulgación médico-sanitaria, puedes compartir su cuenta en comentarios para así tener referentes fiables, y que podamos disfrutar de las redes sociales aprendiendo desde la seguridad y con información debidamente contrastada.