Hoy se celebra el Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel. El melanoma es el cáncer de piel que está aumentando más rápidamente en la población occidental en todos los grupos de edad. En España, cada año se detectan 4.000 nuevos casos. Por eso es importante protegerse correctamente con cremas con factor de protección solar, gorros y gafas de sol.
El cáncer de piel es el tipo de cáncer más frecuente actualmente. Solo en España se diagnostican 70.000 nuevos casos de cáncer de piel no melanoma al año. Y la incidencia sigue aumentando.
En cuanto al cáncer de piel no melanoma, si seguimos al mismo ritmo de los últimos años, se espera un crecimiento de 70.000 nuevos casos, sobre todo porque las personas con riesgo de desarrollar la enfermedad son las que nacieron cuando todavía se desconocían los daños que el sol podía hacer en la piel a largo plazo (cáncer de piel) y sólo se sabían sus consecuencias a corto plazo, como las quemaduras.
De los diferentes tipos de tumoraciones cutáneas, el melanoma es el más agresivo de todas ellas. Si no se detecta precozmente, supone el 80 por ciento de las muertes por cáncer de piel.
Por este motivo, la fotoprotección, la autoexploración de los lunares y la visita periódica al dermatólogo son los pilares básicos para su prevención.
Además, a pesar de las campañas de sensibilización la población adolescente es una de las que más en riesgo está, ya que no utiliza fotoprotectores, más uso hace de la cabinas de rayos UVA y más horas pasa al sol cuando los rayos UVA son más fuertes. Solo piensan en las quemaduras, pero como luego se curan no se dan cuentan de que esas quemaduras continuas durante años son las que 20 o 25 años después pueden ser el origen de un melanoma.
También se debe poner especial atención sobre la población mayor, piensan que ya tienen la piel curtida y los vemos en playas y piscinas totalmente bronceados sin protección ninguna. En bastantes de casos cuando se detecta un melanoma ya está en estados muy avanzados debido al grandísimo daño solar recibido durante décadas.
Medidas preventivas
- No exponerse al sol sin fotoprotección, como mínimo con un SPF de al menos de 30, aunque es más efectivo el de 50. Esto incluye cuando estemos en playas y piscinas, salgamos de excursión, hagamos deporte al aire libre o pasemos una mañana arreglando el jardín, por ejemplo. Emplear gafas de sol y gorros.
- Evitar el sol en las horas centrales del día, de 12:00 a 17:00 horas. Si no es posible, hacerlo siempre con fotoprotectores (renovándolo cada 2 horas), utilizando gorras, sombreros y ropa que nos proteja del sol y estando la mayor parte del tiempo en la sombra.
- No exponer al sol a niños menores de 3 años, ya que tienen la piel muy sensible y delicada y su sistema defensivo está en proceso de formación.
- No utilizar cabinas de bronceado de rayos UVA.