El síndrome visual informático es la consecuencia a un sobreesfuerzo visual y que cursa con irritación ocular, fatiga visual, visión borrosa, sequedad ocular, cefalea, dolor de cuello y de hombros, entre otros.
El ordenador nos obliga a mirar fijamente durante largos periodos de tiempo y a parpadear con menos frecuencia de lo normal, lo que, unido al aire seco de las oficinas, nos puede provocar estos síntomas.
Este síndrome se encontraba con más frecuencia en personas que trabajaban largas jornadas delante del ordenador, debido a esa sobreexposición a la pantalla. Según algunos estudios, afecta a alrededor del 90% de las personas que utilizan el ordenador más de tres horas seguidas al día.
Pero con los años se ha empezado a extender por el uso de móviles, tablets y otros dispositivos que ahora parecen ser imprescindibles. Ya no es una dolencia propia de personas que trabajan en informática, también la padecen estudiantes, niños y niñas en edad escolar, o incluso personas que en su ámbito laboral no utiliza pantallas de forma continuada, pero sí durante su ocio.
Además durante el confinamiento la vía de escape para el entretenimiento, el ocio, o los canales de información sobre las normas y la desescalada, pasaban por mirar una pantalla durante horas.
Y es que no es ajeno a nadie que desde que comenzó la pandemia, el síndrome visual informático, la sequedad ocular y otros síntomas relacionados con el sobreesfuerzo visual han aumentado exponencialmente.
Todos hemos empezado a notar tanto en las estadísticas de uso de nuestro móvil, como en nuestros propios ojos, estos excesos. Pero aún hay muchas personas que no saben cómo abordar esta situación correctamente.
Por esta razón os invitamos a escuchar esta entrevista donde podréis encontrar consejos de Maricruz Sánchez, experta en terapia visual y coordinadora de la Vocalía de Visión y Aprendizaje del COOCV. Una entrevista muy útil donde se habla sobre cómo enfrentarnos a la sobreexposición a las pantallas, que ha aumentado considerablemente en esta nueva normalidad.
CONSEJOS PARA EVITAR EL SÍNDROME VISUAL INFORMÁTICO
La mayoría de los síntomas visuales son solo temporales y se dejan de notar al apagar el ordenador, aunque algunas personas pueden ver reducidas sus habilidades visuales, experimentando visión borrosa, incluso después de dejar de trabajar.
Por ello es importante aplicar estos consejos para evitar en todo lo posible esta dolencia:
- Acude a revisiones visuales periódicas. Pide a tu óptico-optometrista que te adapte específicamente unas gafas para el trabajo frente al ordenador.
- Haz pausas de quince minutos cada dos horas. Y cada veinte minutos, asómate por la ventana o dirige la mirada al infinito durante veinte segundos para cambiar el enfoque.
- Parpadea con regularidad, y utiliza un humidificador o usa gotas humectantes cuando sea necesario.
- Ajusta la resolución y el contraste del monitor. Cuanta mayor sea la resolución de la pantalla, mayor el confort visual. Si al incrementar la resolución de la pantalla al máximo, las letras aparecen muy pequeñas, aumenta el tamaño de la fuente para compensar.
- Ajusta el contraste entre los caracteres y el fondo. El brillo del monitor no debe ser ni demasiado intenso ni demasiado tenue.
- Evita los deslumbramiento y reflejos. Existen pantallas anti-reflejos pero siempre es aconsejable posicionar las luces de forma que no aparezcan focos de luz en la pantalla.
- Mantén el monitor libre de huellas y polvo, ya que pueden reducir la claridad.
La previsión de una segunda ola de la pandemia Covid-19 y la posibilidad de un nuevo confinamiento, puede afectar negativamente la salud visual de la población.
El uso prolongado y excesivo de pantallas puede provocar consecuencias severas para los ojos. Es por esto que ahora más que nunca es recomendable acudir a tu óptico-optometrista para una revisión de tu sistema visual.
Para combatir estos problemas, existen unas lentes para gafas con un diseño específico para el uso de estos aparatos, indicadas para utilizar a cualquier edad y reducir el esfuerzo que tiene que realizar el ojo.
Estas lentes tienen un tallado diferente a las diseñadas para la visión de lejos, aspecto que disminuye el esfuerzo a realizar para la visión de cerca. Además, estas lentes también se pueden utilizar para ralentizar el avance de la miopía. El uso de las lentes debe, sin embargo, estar siempre supervisado por un especialista.
Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia, para La voz de Galicia.
Si aún te has quedado dudas sobre este síndrome te dejamos en el siguiente link un artículo muy completo con más información:
Si quieres evitar este síndrome o crees que ya lo padeces, lo mejor te puedes hacer es acudir a tu óptico-optometrista y ponerle solución lo antes posible.
Esperamos que este post te haya ayudado a saber un poco más sobre el SVI y que puedas tomar mejores decisiones para tu salud visual.
Puedes dejarnos tu opinión y preguntas en comentarios.