Cada vez pasamos más tiempo frente a pantallas: ordenadores, móviles, tabletas, televisión… Y aunque muchas veces no lo notamos al principio, al final del día los ojos sí lo acusan.
El cansancio ocular, también conocido como estrés visual digital, es una molestia cada vez más común en nuestra sociedad conectada.
¿Cómo se manifiesta?
Si al final de la jornada notas alguno de estos síntomas, podrías estar sufriendo fatiga visual:
Ojos cansados o pesados
Visión borrosa o incluso doble
Dolor de cabeza
Sensación de sequedad o picor
Dificultad para concentrarte
Estos signos no deben ignorarse. Aunque no suelen indicar una patología grave, pueden afectar a tu rendimiento y bienestar diario.
¿Qué puedes hacer?
La buena noticia es que pequeños ajustes en tu rutina pueden marcar una gran diferencia:
Asegúrate de tener una buena iluminación en tu espacio de trabajo o estudio.
Ajusta el brillo y el contraste de tus pantallas para evitar deslumbramientos.
Practica la regla 20-20-20: cada 20 minutos, mira un objeto a 20 pies (unos 6 metros) durante al menos 20 segundos.
Parpadea con frecuencia para mantener tus ojos hidratados.
Usa lágrimas artificiales si sientes sequedad.
Consulta con tu óptico-optometrista
A veces, la causa del estrés visual puede estar relacionada con una graduación inadecuada, con problemas de enfoque o con la necesidad de usar lentes específicas para pantallas.
Tu óptico-optometrista puede evaluar tu visión y ayudarte a encontrar la mejor solución personalizada para reducir la fatiga visual.
No normalices el cansancio ocular
Desde el Colegio de Ópticos-Optometristas de Asturias, te animamos a prestar atención a los síntomas de fatiga visual y a consultar con tu profesional de confianza.
Cuidar tus ojos también es parte del autocuidado diario.














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