La piscina, el mar o un lago son lugares ideales para que los niños se diviertan y se refresquen. Sin embargo, es importante recordar que sus ojos necesitan una protección especial bajo el agua.
¿Por qué proteger los ojos de los niños bajo el agua?
Los rayos UV penetran en el agua: Incluso a 50 cm de profundidad, los rayos ultravioleta (UV) pueden ser igual de intensos que en la superficie. La exposición prolongada a los rayos UV sin protección puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas oculares como cataratas, degeneración macular y fotoqueratítis.
Gérmenes y bacterias: El agua, especialmente en piscinas y ríos, puede contener gérmenes y bacterias que pueden causar irritación, conjuntivitis e incluso infecciones oculares.
Productos químicos: El cloro en las piscinas y otros productos químicos como el salitre en el mar pueden irritar los ojos, especialmente en niños con sensibilidad.
Sequedad: Aunque parezca contradictorio, el agua puede resecar los ojos, lo que puede causar molestias e incomodidad.
¿Cómo proteger los ojos de tus hijos bajo el agua?
- Gafas de buceo con protección UV: Son la mejor herramienta para proteger los ojos de los rayos UV, gérmenes, bacterias y productos químicos.
Asegúrate de que las gafas tengan un sistema de protección UV, que sean antiempañantes para evitar que se empañen y los niños se las quiten, que tengan el sello CE y la referencia ISO, y que se ajusten correctamente al rostro del niño.
- Lágrimas artificiales: Si tus hijos tienen los ojos sensibles o propensos a la sequedad, puedes utilizar lágrimas artificiales para mantenerlos hidratados.
- Limita el tiempo de exposición: No permitas que tus hijos pasen demasiado tiempo bajo el agua sin descansar.
- Enséñales a nadar con los ojos abiertos: Esto les ayudará a familiarizarse con el agua y a evitar irritaciones.
- Supervisa a tus hijos: Es importante vigilar a los niños mientras están en el agua para asegurarte de que están usando las gafas de buceo correctamente y que no tienen ningún problema ocular.