No solo en verano hay que usar protector solar para cuidar la piel. ¿Alguna vez has pensado en cómo afecta el sol a tus ojos y a la delicada piel que los rodea?
El contorno ocular: una zona muy sensible
La piel alrededor de los ojos es más fina y delicada que en otras partes del cuerpo. Por eso, algunos protectores solares pueden causar escozor, irritación o lagrimeo si entran en contacto con esta zona tan sensible.
Además, la exposición solar prolongada sin protección adecuada puede favorecer el envejecimiento prematuro de la piel del contorno ocular y aumentar el riesgo de ciertas patologías oculares.
¿Qué puedes hacer?
Elige protectores solares específicos para el rostro, que sean aptos para usar cerca de los ojos. Muchos de ellos están formulados para evitar irritaciones y tienen texturas ligeras que no se escurren con el sudor.
Utiliza gafas de sol homologadas que filtren el 100% de los rayos UV. No solo protegen tus ojos directamente, también hacen de barrera física frente a la radiación en la zona periocular.
Sombreros o viseras también pueden ayudarte a mantener el área ocular a salvo del sol directo.
Desde el Colegio de Ópticos-Optometristas de Asturias, te recordamos que la prevención es la clave para una buena salud visual. Consulta con tu óptico-optometrista de confianza cualquier duda sobre productos, gafas de sol o molestias oculares.














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